Los cambios en la vegetación y el uso de suelo, así como la comercialización de animales, la producción intensiva y el cambio climático, pueden generar las condiciones ecológicas necesarias para la emergencia de patógenos antes desconocidos, que pueden afectar simultáneamente a múltiples especies animales, incluidos el ser humano.
Gracias a la experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19 e investigaciones anteriores, un grupo de académicos del Center For Surveillance and Evolution of Infectious diseases CSEID perteneciente a la Facultad de Ciencias Veterinarias junto a investigadores de la UACh e instituciones asociadas, lograron la adjudicación del proyecto ANILLO ANID ATE220062 (EPIwild), el cual pretende estudiar y detectar nuevos patógenos emergentes que pueden ocasionar daños a la salud pública y a la sustentabilidad de diversas especies animales.
“El 61% de los 1.426 patógenos humanos conocidos son zoonóticos. El 75% de las enfermedades que generan son calificadas como infecciones emergentes y la gran mayoría de ellas proviene de la fauna silvestre, por lo que la degradación de los hábitats y la irrupción de las actividades humanas en estos hábitats silvestres ha generado una nueva relación entre personas y animales domésticos y silvestres que puede desembocar en nuevas enfermedades, y el aumento en el riesgo de transmisión”, indicó el Dr. Gerardo Acosta, director del proyecto.
El especialista explicó que esta nueva interacción humano-animal-silvestre o doméstico- explica la aparición de enfermedades antes desconocidas en nuestro país, como el COVID-19, el tifus de los matorrales, el dengue, la viruela del mono, la fiebre Q, y el hanta, entre otros. “El sur de Chile presenta uno de los paisajes más fragmentados a nivel nacional y aún persisten vacíos en el conocimiento sobre la diversidad de patógenos emergentes que están actualmente circulando, así como también, el desconocimiento de qué factores determinan el surgimiento de patógenos zoonóticos en paisajes antropizados a nivel nacional”, aseveró Acosta.
EPIwild buscará entonces identificar potenciales “hotspots” donde podrían estar circulando patógenos emergentes, así como los factores que los determinan, de modo de poder generar modelos predictivos de rutas ecológicas y epidemiológicas de transmisión de enfermedades zoonóticas.
El Dr. Acosta finalizó afirmando que “nos interesa mucho generar nuevas y mejores estrategias de vigilancia sanitaria, para la prevención y control de zoonosis que impactan la salud humana y animal en Chile y así poder formar a las próximas generaciones que deberán enfrentar nuevas
pandemias”.